Pareciera que esta pregunta no tuviera mayor sentido; sin embargo es la interrogante con que cierro o culmino cada clase... es preguntar ¿qué aprendiste hoy? ó ¿que te llevas de la experiencia educativa de hoy?... No se trata de "repetir lo aprendido", sino de profundizar en lo que he aprendido, en el efecto que lo vivido como aprendizaje me ha dejado en mi cuerpo, en mi emocionar, en si esto provocará un cambio de discurso... por ejemplo: de un "no puedo" a.. "es posible"; en fin, una reflexión que apunta a un cambio de mirada sobre el mundo de posibilidades que se abren en el acto de hablar en público.
Curiosamente eso fué lo que marcó a los alumnos de la Escuela de Negocios de la Universidad de Tarapacá en donde imparto la cátedra "Comunicación efectiva en el mundo de los negocios". Efectivamente, gran parte de ellos manifestarón en su monografía y exposición final sobre el impacto que había tenido en ellos esta pregunta: "¿Con qué te vas de esta clase...?. Manifestarón que en esta pregunta encontraron la clave de sus aprendizajes y el desarrollo de una nueva competencia. En esta simple pregunta se gatillaban las emociones necesarias para producir una actitud más resolutiva en cuanto a dominar los temores, la ansiedad, y enfrentarlos para luego salir airosos y comprender, e internalizar que ... hablar en público no es una amenaza, sino una magnífica oportunidad. De allí al dominio de las técnicas es un simple paso.
Desde la perspectiva personal me siento agradecido por la oportunidad que estos jóvenes me dieron al abrir sus corazones y creando un cuerpo y una mente fértil para sembrar en ellos la semilla que les permita transformarse en verdaderos líderes, dueños de sus actos y de su palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario